Marco Polo En China

EL MUNDO CONOCIDO POR LOS EUROPEOS

A lo largo de muchos siglos, el mundo conocido por los europeos fue muy reducido. Desde la época de los romanos, habían viajado del mar Mediterráneo al mar del Norte y de las costas de Portugal a las de  Mesopotamia.

Se conocía, pues, tanto la existencia de África y de Asia como la del océano Atlántico, pero los europeos tardaron en adentrarse en estos tres espacios.

MARCO POLO LLEGA A CHINA

Los viajes de Marco Polo, a finales del siglo XIII, demostrarían a Europa la existencia de civilizaciones importantes en el Lejano Oriente. 

Niccolò y Matteo Polo eran comerciantes venecianos establecidos en Constantinopla. 

Ambos viajaron al sur de Rusia y desde allí, siguiendo hacia el Este la ruta de las caravanas, llamada ruta de la seda, llegaron a China, de donde regresaron a Italia después de seis años de viaje.

Algún tiempo después iniciaron otro viaje similar, acompañados de Marco, hijo de Niccolò. Años más tarde, en 1298, Marco escribió un relato de estos viajes, que conocemos con el nombre de Libro de las maravillas del mundo.

Llegaron los Polo a la China del Norte, donde Marco estuvo tres años al servicio del emperador Kublai Kan. 

Esto le permitió narrar en su libro muchos aspectos geográficos, económicos y culturales de la inmensa China: el mercado de la seda (ruta), el cultivo del arroz, el uso del papel moneda y el comercio de las especias. La importancia de estos viajes y del libro de Marco Polo reside en que abrió la curiosidad de los europeos hacia el Lejano Oriente y hacia mundos nuevos.

Se llama ruta de la seda al antiquísimo trayecto que seguían las caravanas que transportaban tejidos chinos de seda. Partían de China oriental, recorrían el norte de este país, se internaban en Asia central, bordeando desiertos y cadenas montañosas, hacían paradas en ciudades importantes, como Samarkanda y Tashkent, y atravesaban Persia y el norte de Arabia hasta llegar a los puertos del Mediterráneo oriental. Allí, los mercaderes occidentales les compraban las ricas telas a muy buen precio, que compensaba la dureza del viaje. Marco Polo viajó hasta China siguiendo en parte esta antigua ruta de las caravanas.

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